Estos
pequeños poblados o pequeñas ciudades atesoran la otra riqueza, la de las
dulces miradas, la del color exaltado, la de la pasión por lo cotidiano, la de
olores y sabores capaces de sublimar el espíritu, la de la tradición
enriquecida por la vida de quienes llegan a sus calles empedradas o a
contemplar y disfrutar de esos cuadros cotidianos, perpetuados
inconscientemente por el tiempo. Más que un rescate, es un reconocimiento a
quienes habitan esos hermosos puntos de la geografía mexicana y han sabido guardar
para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.
Las características principales de estos bellos sitios incluyen el estar ubicados en zonas cercanas a sitios turísticos o grandes ciudades, tener accesos fáciles por carretera y un valor señaladamente diferenciado: histórico, religioso o cultural. Su común denominador es tener una muy especial importancia cultural, histórica o social.
Zacatecas cuenta con dignos y hermosos ejemplos de esa riqueza cultural e histórica de México. Tres de estos Pueblos Mágicos, son: Sombrerete, Jerezde García Salinas y El Teúl de González Ortega, tres muestras que atesoran y ofrecen al visitante toda esa gama de valores y tradiciones. Tres lugares con una gran belleza y arquitectura, pero sobretodo con una gran gente de extraordinaria sencillez, la cual es en realidad quien da el verdadero valor a estos pueblos.
Las características principales de estos bellos sitios incluyen el estar ubicados en zonas cercanas a sitios turísticos o grandes ciudades, tener accesos fáciles por carretera y un valor señaladamente diferenciado: histórico, religioso o cultural. Su común denominador es tener una muy especial importancia cultural, histórica o social.
Zacatecas cuenta con dignos y hermosos ejemplos de esa riqueza cultural e histórica de México. Tres de estos Pueblos Mágicos, son: Sombrerete, Jerezde García Salinas y El Teúl de González Ortega, tres muestras que atesoran y ofrecen al visitante toda esa gama de valores y tradiciones. Tres lugares con una gran belleza y arquitectura, pero sobretodo con una gran gente de extraordinaria sencillez, la cual es en realidad quien da el verdadero valor a estos pueblos.
Sombrerete
SOMBRERETE (Antigua
Villa de Llerena de San Juan Bautista)"PUEBLO MÁGICO"
Esta población, cuyo nombre deriva del cercano y dominante cerro del “Sombreretillo, por la forma que éste tiene de sombrero tricornio de la época, fue fundado en 1555 por Juan de Tolosa y en sus inicios fue nombrada como Villa de Llerena de San Juan Bautista y Real de Minas de Sombrerete, con una fama de potenciales e inagotable yacimientos de oro y plata explotados desde esa época.
Esa otrora bonanza puede verse reflejada en la arquitectura monumental de sus hermosos templos, plazas y edificios de cantera, encabezada por los conventos de San Mateo y de Santo Domingo.
La fiesta principal de Sombrerete se celebra en el mes de febrero en el barrio de la Candelaria, donde está el templo del mismo nombre, erigido por manos indígenas y donde se venera a la Virgen de la Candelaria; el jardín principal tiene su bello quiosco de columnas labradas y sus extendidos portales de la Calle Real sobresalen por ser de los más largos del país.
Sombrerete ofrece la oportunidad para darse una escapada, y así conocer y disfrutar de su historia y bellezas culturales y naturales. Es un lugar con alternativas frescas y diferentes para todos los visitantes, por lo que se presenta como uno de los atractivos turísticos más importantes del estado, sobresaliendo ante todo la calidez y amabilidad de su gente.
Sombrerete es un lugar con múltiples alternativas y muy próximo incluso a la aventura arqueológica, como la que ofrece el sitio de Altavista, en Chalchihuites, ubicado a sólo una hora. Visitar y disfrutar de este destino es, verdaderamente: mágico.
Camino Real de Tierra Adentro Por ser parte del Camino Real de Tierra Adentro, desde el 2010, Sombrerete (juntamente con Sierra de Órganos y la Noria de San Pantaleón), fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (en su modalidad de Itinerario Cultural)
JEREZ "PUEBLO
MÁGICO"
Esta apacible población donde se saborea el ambiente provinciano, es conocida por ser la cuna del poeta Ramón López Velarde, y se convirtió en el primer "Pueblo Mágico" de Zacatecas. Con este estatus, desde el año 2007 Jerez se promueve como destino turístico nacional e internacional.
Se dice que el nombre de Jerez proviene de un vocablo árabe que significa "lugar donde abundan los pastizales", y que sus fundadores fueron andaluces extremeños, pero lo cierto es que su documentación histórica reseña que su fundación se lleva a cabo en la segunda mitad del siglo XVI.
Su ubicación en un fértil valle agrícola está enmarcada por la belleza natural de la Sierra de Cardos, y cuenta con interesantes atractivos, que al recorrerlos es posible sentir y percibir ese aire de provincia mexicana.
Entre los sitios que se deben visitar en Jerez está el Kiosco de la plaza principal, el teatro Hinojosa, el Santuario, la Parroquia y el icónico edificio De la Torre. Asimismo, están los portales de Humboldt, de Inguanzo y el de las Palomas, así como sus viejas casonas reconocidas por sus amplios patios, edificados en una bella y ecléctica arquitectura, con una mezcla de gótico, mudéjar y neoclásico.
Es aquí donde se realiza la fiesta más antigua de Zacatecas, que es la Feria de la Primavera, la cual data de 1824, y que invariablemente inicia el sábado de Gloria y dura una semana. Durante esos días los jerezanos que viven en Estados Unidos y el resto del país regresan a su tierra para montar a caballo para impresionar y tratar de conquistar a la vieja usanza.
Como antecedentes de esta festividad, el domingo de Carnaval se lleva a cabo una especie de "Pamplonada", marcando así el inicio de la cuaresma y con ella, la cuenta regresiva para la principal celebración. La otra importante celebración se lleva a cabo en el mes de Septiembre, en honor de la virgen de la Soledad, patrona del pueblo.
Es también Jerez cuna del conocido "tamborazo", y muestra de ello son las populares melodías ejecutadas con picardía por sus músicos, como "Los Górgoros", "La China China", "La Chirriona", "Los Pájaros azules" y la tan solicitada "Mala Palabra".
Una de las delicias gastronómicas de este lugar es el asado de bodas, el cual es ya conocido en casi todo el país; pero también lo son los ates de membrillo y manzana, el rico pinole y los dulces de leche y cocadas, así como los buenos quesos de la región.
Por su parte la talabartería, la joyería de oro y plata, la talla en cantera, la herrería, la carpintería y la alfarería, son todavía oficios de mucha tradición en el lugar. Esta población cuenta con buenos servicios turísticos (hoteles, restaurantes, A de V) y visitarla, es encontrarse con la provincia, la cultura y la poesía. Es un lugar en donde sigue presente el espíritu de su poeta mayor: Ramón López Velarde, autor de la “Suave Patria”, y en cuyo homenaje hay un museo con su nombre.
Teúl de González Ortega
TEÚL DE GONZÁLEZ
ORTEGA
Teúl (teotl) Dios, es también un adjetivo que califica a los chichimecas como sagrados, venerados, respetables (Tetl) “Gran piedra redonda”, según otros.
"De González Ortega”, porque a partir de 1800 llega al Teúl un tío del Gral. J. Jesús González Ortega el cual, dadas sus cualidades docentes, funda una escuela. Sin precisar fecha, pero muy probablemente a la edad de cinco años, llega también a vivir al Teúl el niño Jesús González Ortega; después de sus estudios en el Seminario de Guadalajara aparece de nuevo en el Teúl, como escribiente en el juzgado. Por esta razón, durante mucho tiempo se creyó que era originario del Teúl. Esta cercanía del general con el municipio hace que en 1935 mediante el decreto No. 195 del 9 de enero de ese año se cambie el nombre de San. Juan Bautista del Teúl, por el de Teúl de González Ortega.
Se conoce poco sobre sus primeros pobladores, pero se cree que las primeras ocupaciones ocurrieron fueron en el primer siglo de nuestra era. Esto se deduce por la aparición de tumbas de tiro, que datan de esta época. Los caxcanes llegan hacia la mitad del siglo XII, y arrojan a sus parientes nahoas los tecuexes de los valles de Tlaltenango y el Teúl.
En 1536 Nuño de Guzmán envía a Pedro Almíndez Chirinos al Teúl, y posteriormente lo hace el propio Nuño. El día que se dijo la primera misa, se bautizó un hijo del gran cacique y a una hermana, al indio le llamaron don Juan y a ella doña Catalina. El religioso que los bautizó, de apellido Pacheco, dio una imagen de San Juan al indio y una Santa Catalina mártir a doña Catalina. Y desde entonces quedó como patrón del pueblo el Santo Precursor.
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